ME DUELE LA GARGANTA, mi garganta se cierra por el dolor y la tristeza,
entonces cantaré con alegría, entonando notas que alegren mi corazón y
devuelva vitalidad y energía a mis días.
ME DUELE EL PECHO, el pecho a veces duele por desamor, por decepciones
entonces me abrazo más fuerte y decido aceptarme y amarme cada vez más
recordando que soy lo más importante y que estaré hasta el último instante
de esta vida conmigo mismo.
ME DUELEN LOS OÍDOS, los oídos duelen entonces escuchó de mi propia voz
los pequeños o grandes logros que tengo, lo mucho que me amo y que si
resulto incomprendida o criticada por otras personas escuchó la voz de mi
alma y vuelvo a mi propia esencia.
ME DUELE EL ESTOMAGO, cuando esto sucede, me nutro de las cosas más
saludables, busco darme simplemente lo mejor.
ME DUELEN LAS MANOS, decido y suelto todo aquello que me da trabajo sostener,
mis manos deben estar limpias y sin ataduras, recordando que nada nos llevaremos
por ello no busco tener nada a la fuerza, suelto y fluyo.
ME DUELEN LAS PIERNAS, parecen cansadas por el paso de los años, por ello bailo
con alegría jovial y sentimiento de gratitud, sin saber si llevo o no el ritmo el baile
me transforma.
ME DUELEN LAS RODILLAS me inclino de todo corazón desde la humildad, la gratitud,
la fe y esperanza poniendo todo mi pensamiento en Dios quien de manera milagroso
me levanta cada vez que me observa caída, triste y derrumbada por ello le alabo y agradezco.
ME DUELE LA ESPALDA, mi espalda se cansa por ello reposa, descansa, deja de estresarte,
libérate de juicios o críticas de terceras personas y a pesar de los errores camina erguida y
con la frente en alto.
ME DUELEN LOS PIES has un alto en tu vida y descansa, aquiétate y llénate de silencio en
donde encontraras cada una de las respuestas mientras que tus pies se refrescan y toman
energía para proseguir una vez más el camino.
Escucha tu cuerpo, ámate, respétate…
Mery Galindo