He estado observando que la actual situación en ciertas personas,
está generando una gran preocupación y ciertos malestares emocionales,
por la incertidumbre que se genera al escuchar o ver las noticias del posible
contagio de este virus, que ya se considera una pandemia, y sus consecuencias.
Adicional a que el encierro, o este enclaustramiento forzado, que algunos por
consciencia y otros porque ya la situación no da para más, se ha tenido que hacer,
forzoso o no, nos vemos impedidos de realizar nuestra rutina. Estamos perdiendo
gran cantidad de situaciones que estábamos acostumbrados a vivir el día a día, y
de pronto esta gran sacudida que conmocionó al mundo entero. Hemos perdido
por principio nuestra libertad de poder trabajar, en algunos casos se han perdido
trabajos, pero también he visto cierre de negocios, perder la posibilidad de convivir
con nuestros allegados, sentir perder nuestra propia seguridad en muchos sentidos,
hasta la supervivencia…
«El miedo es una emoción desagradable, sin embargo el miedo nos hace movernos y
estar alertas, por lo que el miedo a veces es necesario pero puede ser saludable y adaptativo.
Sin embargo, el miedo intenso y extremo lleva a un bloqueo emocional que lo que hace, en
muchas ocasiones, es paralizarnos. La consecuencia es que nos anula la capacidad de reaccionar
o de buscar soluciones o alternativas que nos ayuden a estar mejor».
El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad. o a algo desconocido, pueden ser agobiante
y generar emociones fuertes tanto en adultos como en niños. Por lo que sí, hemos de estar atentos a
gestionar nuestras emociones y sentimientos, y procurar con ello estar fortalecidos para nuestra
querida familia, principalmente. y tratar de estar más atentos y cercanos a nuestros hijos, sobre
todos los pequeños o de las personas queridas tuyas que están más en riesgo o que pueden ser
vulnerables. Unas sugerencias al quedarte en casa con tu familia puede ser a pasar más tiempo en
familia, platicando, conociéndose más y compartir momentos de ocio, haciendo cosas como jugar
juegos de mesa, escuchar música, bailar o ver la televisión juntos
Sumando a esto que este suceso nos ha tomado en la era de la tecnología y las redes sociales y, sin
lugar a dudas muchas de las informaciones que están llegando no proceden de fuentes reales.
Este suceso, sin duda alguna afectará a muchos sectores, como el social, económico y político. A nivel
personal, este proceso va a depender de cómo cada individuo gestione esta situación. Es posible que
no estemos acostumbrados a pedir ayuda, para poder sentir que en este proceso no estamos solos.
Créeme que es necesario platicar del cómo se siente cada uno. Es hora de tomar consciencia. De dejar
de hacer desperdicio de nuestros suministros. Es hora de enmendar nuestras personas, de mirar hacia
adentro para poder sanar y también estando fuertes y centrados poder extender la mano y apoyar a nuestro
semejante, en la medida de posibilidades de cada uno. Y no se mal entienda, debemos procurar ayudar a
aquellas personas, que puedan necesitar nuestra ayuda, hay personas que quizás conozcamos que vivan
solas, que en algunos casos les esté complicando esta situación. Hay que hacerles ver que son nuestros
hermanos, que no están solos. Demostremos nuestra fuerza, esa fuerza que corre en la vena de muchos.
Demostremos nuestro amor. Hagamos posible la integración con nuestra propia familia. Nuestra habilidad
de adaptación. Nunca dejemos de tener fe. Confiemos. Yo creo y amo a Dios, por sobre todas las cosas.
Estoy convencida que saldremos bien librados de esta batalla.
Algo importante es no tirar la toalla, reconocer tus emociones y poder aceptar lo que estamos viviendo desde
nuestro más profundo amor.