“Una cosa muy sencilla, que hacemos todo el tiempo sin darnos
cuenta… y que nos mantiene creando y recreando las mismas
realidades veces y más veces ocurre cuando percibimos alguna
cosa manifestándose como un problema. Ya venga en forma de
una dolencia… o un problema económico un problema emocional
o de relación, etc…”
“Advertimos el problema y nos sentimos incomodados por él… Lo
primero que hacemos es creer en aquel problema. Tú crees porque
lo percibes como real… y no tendrías por qué no creer en algo que
se ha concretado en tu realidad… puesto que los “síntomas” de
aquel problema son bien visibles…”
”Si es una enfermedad, por ejemplo… una gripe… me lo creo, porque
estoy sintiendo todos los malestares y percibiendo los síntomas…
Al creerlo, generalmente lo comparto con otras personas…
les digo que tengo la gripe… esas personas lo creen y no tendrían
motivo para no creerlo… Al divulgar nuestros problemas, inocentemente,
estamos… además de creando nuestra realidad…
haciendo que otros nos ayuden en esa creación”.
“Generalmente lo contamos a alguien… y a otro más… y si es un
problema que se repite entonces… se lo contamos a mucha gente…
e incluso… varias veces a la misma persona, además -claro- de
pensar repetidamente en aquello. Algunos también van a difundir
esa noticia… y muchas veces personas a las que ni siquiera conozco
van a creer también en aquello. En fin… al dar a alguien la
noticia de cualquier problema, estaremos lanzando algo sobre lo
cual ya no tenemos control. Eso ocurre tanto para las cosas ‘malas’…
como para las ‘buenas’ pero… desgraciadamente, parece
que mucha gente prefiere creer y divulgar más las cosas “malas”.
“Cuántas veces recordamos y comentamos cosas que han ocurrido
hace mucho tiempo… y ‘creemos en ellas’, contándolas con
claridad de detalles, porque han quedado grabadas en nuestra
memoria. Esas memorias brotan de manera aleatoria, y traen
cosas de un pasado cercano o remoto y alimentan el continuar
creando aquello a que se refieren. A partir del momento en que
creemos que algo es verdad y pasamos a otro esa información
alguien… en cualquier lugar… en cualquier tiempo, puede acordarse
de aquello y dar un poco más de vida a aquella creación…”
“Ahora bien… cuando nos damos cuenta de que cualquier problema,
manifestándose por primera vez en esta nuestra realidad,
solamente ha surgido porque viene de una memoria bastante más
antigua, que puede venir incluso del inicio de nuestra creación, se
hace bastante fácil percibir por qué es imposible, para nuestra
mente racional, saber dónde está la causa de los problemas… y
comprender por qué no podemos resolverlos de forma lineal”.
“He comprendido un poquito más de ese camino, en el que continuamos
creando nuestra realidad y clasificándola como ‘bien’ y
‘mal’… pero he comprendido principalmente que todo ello forma
parte de un pasado ya vivido y revivido muchas y muchas veces…
Casi nunca estamos ‘nuevos’ para una experiencia, toda
vez que ya hemos llegado a ella cargados de memorias que nos
hacen tener apego o aversión a determinadas cosas… Es bueno
estar limpios de cualquier registro de experiencias pasadas para que no nos sujetemos a ellas… ya no es momento de revivir cosas
que ya hemos vivido, por mejores que nos hayan parecido… ni
de evitar otras, por peores que nos hayan parecido… El ‘bien’…
el ‘mal’… apego o aversión, nos mantienen sujetos a la dualidad,
impidiéndonos estar por entero en el presente”.
“Estamos en una época en que se nos exige total disponibilidad
para recibir las nuevas posibilidades que llegan con el Nuevo
Tiempo… recibir sin interferencia de miedos o preferencias.
…Simplemente recibir por entero… con Amor”.
Rubia Dantés1
Cuando se practica el Ho´oponopono el entorno sufre cambios.
Estos cambios se hacen por uno mismo no por los demás, así funciona.
Todos estamos interconectados y compartimos memorias,
por lo tanto lo que se borra en mí también se borra en el entorno.
Asumir 100% de responsabilidad puede parecer un peso enorme
pero en realidad es la clave de nuestra libertad, toda vez que únicamente
podemos cambiarnos a nosotros mismos, y al hacer esto,
cambiamos el mundo a nuestro alrededor. Yo lo creé, yo lo puedo
cambiar; eso es aceptar la total responsabilidad. ¿Cómo lo hago?
en la mayoría de las situaciones no tenemos ni idea de dónde está
la memoria, de cuál registro es el que está dañado, así que hay que
entregarse. Mientras uno más se entrega, más resultados obtiene.
Aunque quisiéramos, no podemos controlar a Dios, sólo nos colocamos
de lado y lo dejamos actuar. Nosotros somos los peores
obstáculos en nuestra propia vida. Si tenemos algún enemigo, te
aseguro que no se encuentra afuera.
Las sanaciones aparecerán, los cambios se producirán pero
todo toma tiempo, así como tomó tiempo crear nuestros programas.
Se pueden producir mejoras repentinas, algunas personas
han dado testimonios sorprendentes, pero es necesario tener presente
que tratamos con memorias muy antiguas y muy arraigadas,
como ya dijimos, tal vez incluso de otras vidas pasadas o de nuestros
antepasados.
Por
ejemplo, si te caes y te rompes un hueso de la pierna y has estado
borrando, te puede extrañar que te sucedan estas cosas, pero es
muy probable que lo que venía para ti era algo mucho peor como
un accidente de tránsito, y al borrar evitaste una situación mayor.
Esto funciona siempre, no importa si lo creemos o no. Sabiendo
que estoy soltando, estoy borrando, estoy limpiando los juicios
y opiniones, y al usar la palabra GRACIAS y TE AMO, lo cual
podemos decir incluso entre dientes y enfadados, funciona igual
porque corta el proceso de enfado o juicio y nos saca automáticamente
de allí. Nos coloca en el momento presente, que es lo único
real que existe. Si así lo hacemos permanecemos en balance y puede
llegar la conexión con nuestro Ser.
Jocelyne R.
Relacionado
Política de cookies
Este sitio utiliza coockies para conocer tu experienciaPrivacidad y política de cookies.